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Debido al aumento de la densidad de la población y la urbanización, los estándares de  ruido y vibraciones son cada vez más estrictos. Esto provoca que aumente la demanda de sistemas eficientes para el aislamiento de ruidos y vibraciones, con productos de alta calidad. Y todo por la necesidad de construir más rápido, más ligero y con vanos cada vez mayores.

Estas tendencias plantean nuevos desafíos para diseñar sistemas de suelos flotantes de altas prestaciones, destinados a mitigar las vibraciones y amortiguar el ruido aéreo y de impactos. Reforzar y dotar la estructura de más rigidez para alterar su comportamiento dinámico es una medida adecuada, pero muy costosa.

En la actualidad, los sistemas de suelo flotante forman parte de las tecnologías de construcción de última generación. Son una opción rentable y eficiente para mejorar el rendimiento acústico de nuestros edificios y suelen formar parte de los sistemas de aislamiento box-in-box instalados en espacios de altas prestaciones. Por lo general, los suelos flotantes están hechos de hormigón vertido in situ o sistemas de paneles ligeros, sostenidos por elementos resistentes que transfieren las cargas del suelo flotante al forjado portante.

Según cuál sea el objetivo final para el que se haya diseñado un edificio, el sistema de suelo flotante puede cumplir tres funciones, o bien una combinación de las mismas:

• Aislamiento del ruido aéreo: incremento de las propiedades de la estructura del suelo para el aislamiento frente a ruido aéreo. P. ej.: suelos de salas con equipamientos mecánicos, espacios musicales o de ensayo, estudios de grabación, boleras, etc.

• Aislamiento de vibraciones: aumento de las propiedades de aislamiento de la losa estructural frente a vibraciones, dando soporte a máquinas generadoras de vibraciones. P. ej.: suelos situados bajo generadores, unidades de tratamiento de aire, transformadores, bombas y otros equipos de servicios de la edificación.

• Aislamiento contra ruidos de impacto: aumento de las propiedades de la estructura del suelo para el aislamiento contra ruidos de impacto. P. ej.: suelos de establecimientos de hostelería situados en azoteas, salones de baile, aulas, pasillos, etc.